GUÍA DE EVALUACIÓN

Contexto:

En el marco del proyecto Victoria, VICTims of violence Overstep Reluctance and Isolation through Adult education, profesionales de centros de San Juan de Dios, procedentes de cuatro países distintos, diseñan de modo colaborativo y multidimensional, una herramienta de evaluación para medir y monitorizar el proceso de aprendizaje y de inserción social de personas que han sufrido violencia en el pasado.

Este instrumento, de corte cualitativo, es la tercera pata de un  proyecto que presenta entre sus resultados  finales un Protocolo de atención a personas que han sufrido violencia y un curso de formación en formato digital, dirigido a profesionales del  ámbito educativo formal o informal,  donde pueden encontrarse con  personas que han sufrido violencia en el pasado.

La matriz o escala que se presenta es un recurso que ayuda a  evaluar  y describir el grado de desarrollo alcanzado en distintas dimensiones  o áreas.  La medición del impacto que tiene el trauma en el desarrollo y bienestar integral de la persona es una de las claves que permiten ofrecer una respuesta educativa/social que favorezca la recuperación de la persona y su reinserción social.

Diseño de la herramienta y estructura interna.

En el diseño de esta herramienta, dirigida a personal del ámbito educativo y social, han participado profesionales del ámbito de la psicología, psiquiatría, neurología, trabajo social y educación.

La herramienta está estructurada en base a cuatro áreas:  Desarrollo Ocupacional, Inclusión Social, Bienestar Psicológico y por último, Experiencia de Aprendizaje.

Dentro de cada área se han identificado distintos criterios de evaluación, de los que se desprenden un conjunto indicadores medibles y observables.

 

Cómo aplicar la herramienta.

A continuación, se describe el proceso para interpretar los datos recabados con la herramienta de evaluación.

En primer lugar, es importante señalar que el análisis de datos obtenidos se realiza mediante un enfoque cualitativo (no se basa en análisis numéricos). Con el análisis se obtiene un resumen integral del funcionamiento de la persona en las áreas recogidas. Este resumen debería permitir al evaluador adquirir una buena compresión del nivel de adaptación psicosocial del evaluado.

Que el análisis se realice mediante un enfoque cualitativo no implica el que no se deba seguir una metodología. A continuación, explicamos los pasos a seguir para interpretar los datos recogidos con herramienta y obtener así un resultado óptimo que nos aporte información valiosa sobre la persona evaluada. 

La interpretación se lleva a cabo en dos fases:

Primera fase: se extraen los ítems/indicadores seleccionados en cada uno de los criterios evaluados y se agrupan por áreas (esta tarea la realiza de forma automática la herramienta cuando se rellena empleando el documento de Excel). Así se obtiene una descripción sintética del funcionamiento de la persona en cada área de interés.

Segunda fase: el evaluador hace una descripción cualitativa breve de cada una de las áreas, basada en los ítems extraídos en la fase previa.

La escala puede  ser utilizada en distintos momentos del proceso de intervención, pudiendo pasarla por primera vez en el momento de inicio, otra vez a modo de control intermedio y por último en el tramo final.

Para terminar conviene recordar  que esta herramienta no está  orientada al diagnóstico, es  un instrumento que facilita la recogida de información  específica y la compilación de  observaciones. Es una herramienta útil para saber el nivel de adaptación psicosocial de la persona  permitiendo a los profesionales adoptar decisiones que mejoren la calidad de su respuesta.